lunes, 28 de enero de 2008

Shakira y Oreiro buscan la paz de San Antonio


Shakira se interesó por fracciones de campo, barrancas y arenas en las cercanías de los balnearios San Antonio y pueblo nuevo de Rocha, cercanos a La Pedrera. En estos lugares también se han instalado artistas como el bailarín de ballet argentino, Julio Bocca.

Los argentinos parecen codiciar la soledad de La Pedrera, extensiones de arena y aguas oceánicas. El valor de la tierra se multiplicó de manera insospechada en esta zona. Lo que antes valía U$S 20.000 actualmente llega a costar U$S 100.000. Sociedades anónimas tales como Solicor, Lumini y Kinol son las que operan en la zona. Estas empresas estimulan la construcción rústica.

Oreiro. La cantante y ac- triz uruguaya Natalia Oreiro - que habitualmente descansaba en La Pedrera- ahora también llega al balneario San Antonio, a muy pocos kilómetros de allí.

Estos famosos comparten sus almuerzos o cenas con los trabajadores de la zona, pero absolutamente nadie comenta nada. "Natalia llama para venir y no concurre hasta pasados dos días, de esta forma elude a la prensa", comentaron comerciantes de la zona a El País. La actriz argentina Andrea Bonelli, quien integró el elenco principal de la novela Los Roldán, también viajó al balneario San Antonio. Lo mismo hizo la actriz y cantante de tangos argentina Silvana de Luigi, quien durante todo el año reside en París.

El corredor de balnearios entre La Pedrera y el Cabo Polonio es un refugio de artistas argentinos. Al actor Guillermo Francella se lo ha visto en Oceanía de Cabo Polonio.

Más familia. La Pedrera está tranquila. Los jóvenes son notoriamente menos que en la primera quincena de enero, pero igualmente se hacen sentir. El perfil es más familiar, pero el tono es jovial y en ocasiones cordobés.

No son pocos los turistas que vienen de la provincia de Córdoba, que realizan un circuito entre La Pedrera, La Paloma, Valizas, Aguas Dulces y sobre todo, Cabo Polonio.

El popular "cantito" al hablar de los cordobeses se escucha a la hora de preguntar por los turnos de los ómnibus y sus respectivas combinaciones. Mientras tanto, no pierden la ocasión para comprar las tortas fritas que venden a la entrada de La Pedrera.

A eso de las cuatro de la tarde, en el club del cotizado balneario, se puso de moda el arroz con leche o el té verde. Una librería con degustación de vinos es toda una atracción en el balneario rochense. Una botella de vino Bouza llegó a pagarse $ 800 el litro.

No hay comentarios: